Tras una hora de debate, con manifestación en las puertas del Deliberante y una importante custodia policial, se aprobó el convenio firmado entre el intendente Luis Albrieu y el gobernador Alberto Weretilneck para devolver a la provincia la concesión del servicio de agua, para que a su vez se transfiera su prestación a la empresa ARSA.

El proyecto de ordenanza ingresó la semana pasada al Deliberante reginense que debía refrendar la iniciativa. Como paso previo, la iniciativa pasó para su análisis a la Comisión de Asuntos Jurídicos y Legislación que se reunió con el intendente y funcionarios del ejecutivo para evacuar dudas respecto al convenio.

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La iniciativa para devolver la concesión del servicio que el DPA otorgó al municipio para la prestación de los servicios sanitarios, obtuvo seis votos. Los cuatro concejales oficialistas, más la edil del CC ARI y una concejal del bloque Nos Une Río Negro, avalaron el proyecto de ordenanza, mientras que el concejal del PRO y dos del bloque Nos Une Río Negro lo hicieron por la negativa.

De acuerdo a lo que establece el convenio, hasta el 31 de diciembre se realizará un proceso de transición para que la empresa ARSA comience en enero a administrar y manejar las redes de provisión de agua potable y cloacas.

El convenio original tuvo una modificación ya que uno de los puntos contemplaba que ARSA se haría cargo del cobro de deudas a contribuyentes, y en este sentido se definió que la deuda se mantenga en la órbita municipal.

La sesión fue seguida por un importante número de vecinos y trabajadores de la UOCRA que en las puertas del Concejo Deliberante se manifestaron con cánticos y bombos. Los vecinos en contra del proyecto de traspaso y los afiliados al gremio de la construcción respaldando el cambio.

Por la manifestación, más de 30 policías custodiaron el ingreso al Concejo Deliberante, aunque no se registró ningún tipo de incidente.